*Construida en el Siglo X, cuenta con un órgano del año 1650 y rasgos artísticos del último gran muralista tlaxcaletco: Desiderio Hernández Xochitiotzin
Diego Mena
Zacatelco, Tlaxc.- La pieza arquitectónica proyecta tranquilidad y confianza. Se respira aire fresco gracias a los árboles plantados en su atrio y se viven interesantes contrastes gracias a la actividad social y comercial que ocurre afuera.
Es uno de los pocos recintos que cuenta con un órgano desde 1650 que aún emite notas musicales sacras y además cuenta con importantes rasgos artísticos del último gran muralista tlaxcaletco: Desiderio Hernández Xochitiotzin.
La Parroquia de Santa Inés, cuya edificación se remonta al Siglo X, es una joya de Zacatelco, un municipio que no deja de sorprender por sus importantes bastiones arquitectónicos.
Ubicada en el Zócalo, su atrio sirve para la congregación de personas que transitan por la zona, sea por acudir para escuchar misa o estudiar el catecismo, pero también para admirar su belleza.
Se trata de una de las edificaciones más antiguas del estado de Tlaxcala y en toda su historia atravesó por sismos que dañaron su infraestructura, pero no quitaron su identidad como lugar de culto, reconciliación y fe para todos los fieles.
Fue en enero del año 1529 cuando el recinto religioso adoptó a Santa Inés para rendirle oraciones y así darle una Patrona a los zacatelquenses.
El pasaje histórico de esta parroquia ni las afectaciones que tuvo en su infraestructura a causa del sismo del 2017, para nada restó valor o popularidad al lugar, pues todavía se puede observar a personas de varias edades acudir, reafirmar su creencia y convivir en diferentes ceremonias.
Al ingresar al lugar después de una breve caminata por el atrio, se pueden observar bancas que observan hacia el retablo de la Parroquia, mismo que también está rodeado de increíbles piezas de arte sacro traducidos en esculturas y pinturas que dan una imagen que no cambia a través del tiempo.
La Parroquia, se encuentra acompañada de otros dos edificios igualmente con historia: el primero, la Iglesia de San Cosme y Damián; junto con la Fiscalía ejidal, donde el fiscal elegido por los zacatelquenses obran de forma social y colabora para la realización de eventos, como lo es la Fiesta Patronal, celebrada en enero año con año.