Santa Inés, emblema de Zacatelco

*Escoltada por dos corderitos y portando en la mano una palma y lirios, es objeto de devoción; cientos de sus fieles le rinden tributo para olvidar sus temores y diferencias… para reconciliarse

Diego Mena

Zacatelco, Tlax.- Por el pasillo principal de la iglesia, el camino conduce a un retablo donde, en lo más alto, se encuentra Santa Inés, la patrona de los zacatelquenses.

Con su característico vestido blanco con una capa roja, es escoltada por dos corderitos y portando en la mano una palma y lirios, que reflejan su pureza y martirio.

Santa Inés porta la insignia de “virgen y mártir”, su historia cuando era una niña de solo 12 años de vida, honrada y de descomunal belleza que le atrajo cuantiosos pretendientes que la pidieron en matrimonio sin que ninguno tuviera éxito.

Cuenta la leyenda que no pasó mucho para que fuera sometida vilmente a torturas de la época: quemada, estrangulada y decapitada, así se selló la imagen de Santa Inés, quien murió convertida al cristianismo.

Su imagen inmortalizada en una preciosa figura reluciente y devota hoy tiene por hogar a Zacatelco “lugar del zacate”, donde la parroquia resguarda su silueta en altares, cuadros y oraciones que recuerdan a los asistentes la valía de su gesto, a resistir y defender en lo que se cree.

Cada enero, los mayordomos y la Fiscalía de la Parroquia organizan eventos musicales para destejar y felicitar a Santa Inés. El júbilo y trabajo de todos se nota en sus arreglos, en los repiques de campana y las procesiones que acuden con más santos, más gente, y más devoción.

Su loable historia narrada en plegarias suenan al unísono en cada una de las mañanitas que se celebran en la madrugada hasta el final de la fiesta patronal; mayordomías de diferentes templos religiosos edificados en Zacatelco, se organizan y acuden en procesión acompañados de mariachis, velas y flores para llegar a la Parroquia de Santa Inés.

Voluminosos arreglos florales, una muestra de luces festivas y música de mariachi convierten a la Parroquia de Zacatelco en el lugar idóneo para uno de los festivos que más se esperan en el municipio: las mañanitas a Santa Inés. Alfombras de aserrín acompañados de arcos florales se extienden por todo el ugar.

Olorosas flores de diferentes colores, formas y tamaños en los costados y el pasillo de la Parroquia, con sensaciones tranquilas y frías se iluminan por los candelabros de la iglesia, donde los fieles olvidan los temores y diferencias para reconciliarse ante la figura de Santa Inés.

 

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